jueves, 5 de enero de 2012

la seducción en la neurosis obsesiva y en la histeria



Podemos decir, respecto a la seducción, que el obsesivo hace de ella una cuestión de trabajo, de "proeza" o "hazaña". La histeria lleva su teatralidad al extremo de creerse enamorada para seducir, mientras que para el obsesivo se trata de que desconoce que está enamorado y hace de la seducción una apuesta, una hazaña entre amigos. Lo que para la histeria es un juego, para la neurosis obsesiva es un trabajo.

Cuadro: Cupido y Psique, De Bouguereau